Consuelo Arias-González
INTRODUCCIÓN
El presente ensayo tiene como finalidad hacer una breve
reflexión sobre el comportamiento humano a partir de una primera aproximación a
la sociobiología y la ecología humana. En torno a estos dos temas, se plantea
un gran debate sobre los fundamentos del comportamiento humano, siendo los temas
centrales, por un lado, los genes como un factor determinante del
comportamiento humano y, por el otro, la influencia cultural.
Se intenta analizar algunos elementos, de la literatura
consultada, que permitan entender por qué surge un debate en torno a este tema
y llegar, si no a dar una conclusión sobre el tema, a tener algunos argumentos
que defiendan una u otra postura o bien que encuentren un punto de convergencia
entre lo que algunos autores denominan como determinismo genético y
determinismo cultural.
Posiblemente, la pregunta central que motiva este
análisis es si el ser humano se comporta de una u otra forma porque así está
biológicamente programado o si es porque su entorno influye en su
comportamiento. El determinismo genético y el determinismo cultural, serán los
temas centrales en torno a los cuales se desarrolle este ensayo. El primero,
que plantea los intentos por tratar de caracterizar las bases evolutivas de
algunas manifestaciones culturales, de explicar la conducta social humana sobre
la base principal o exclusiva, de factores biológicos hereditarios, con
importantes consecuencias de índole ética y social (Jaisson, Pierre, La hormiga
y el sociobiólogo); y, el segundo, que plantea la idea de que el ser humano no
es una máquina que haya sido programada completamente por sus genes, ni que la
mente humana sea tabulae rasae, pizarras en blanco que se van llenando conforme
aprendemos, moldeadas según ciertas
disposiciones innatas (José Sanmartín, Los nuevos redentores).
ALGUNAS
CONSIDERACIONES PRELIMINARES SOBRE LA SOCIOBIOLOGÍA
Antes de iniciar el análisis de las posturas que
defienden la influencia cultural o de los genes en el comportamiento humano, es
conveniente dar algunas consideraciones preliminares. La Sociobiología es una
rama de la Biología que hace énfasis en explicaciones en términos de la
evolución en su intento por explicar el comportamiento humano. Edward O.
Wilson, en 1975, la definió como el estudio sistemático de los fundamentos
biológicos del comportamiento social y de su evolución, tanto en el animal como
en el humano. Y se plantea como una posibilidad por amalgamar las teorías
biológicas en las ciencias sociales. De acuerdo con Pierre Jaisson, el
comportamiento humano se presentaba, así,
como consecuencia de predisposiciones genéticas seleccionadas a lo largo
de la prolongada historia evolutiva de los antepasados del hombre actual (Pierre
Jaisson, Op. Cit.).
La Sociobiología no plantea el hecho de ser la única
disciplina para llenar la brecha entre la biología y las ciencias sociales y
menos de asimilar la ciencia social. Sin embargo, ha provocado una gran
polémica entre quienes discuten la relevancia de los genes en el comportamiento
humano bajo el argumento de que el comportamiento humano no puede ser explicado
en términos de los genes o de la evolución, dado que consideran que en los
estudios realizados, la selección natural y la adaptación no proporcionan
suficiente información para la construcción de explicaciones evolutivas (Win J.
van der Steen, Sociobiology in Perspective).
LA
INFLUENCIA GENÉTICA EN EL COMPORTAMIENTO HUMANO
La primera postura a analizar, el determinismo genético,
surge de los intentos de explicar la conducta social humana sobre la base,
principal o exclusiva, de factores biológicos hereditarios; con importantes
consecuencias de índole ética y social, como se había mencionado anteriormente.
El surgimiento de Sociobiology, de Edward O. Wilson, puso en peligro la
integridad de la cultura como una cosa en sí, como una creación humana,
distintiva y simbólica, pues plantea que la determinación biológica de las
interacciones humanas, a partir de la tendencia evolutiva general de los
genotipos individuales, es fundamental para maximizar su éxito reproductivo.
(Marshall Sahlins, Uso y abuso de la biología).
En esta obra, Wilson pretende proporcionar una
teoría acerca de la importancia de la
selección por parentesco y de cómo se ordena este comportamiento. Su teoría se
distingue por un intento más riguroso y amplio de buscar el comportamiento
social en principios evolutivos sólidos, y en particular en el principio de la
automaximización del genotipo individual, considerado como la lógica
fundamental de la selección natural. (Marshall Sahlins, Op. Cit.)
Algunas de las ideas planteadas por Wilson en su libro Sociobiology,
son las siguientes. “Besides adding
perspective and perhaps offering some sense of philosophical case, the exercise
will help to identify the behaviors and rules by which individual human beings
increase their Darwinian fitness through the manipulation of society... Human
societies are organized by high intelligence, and each member is faced by a
mixture of social challenges that taxes all of his ingeniuty... The
hypothesis to consider, then, is that genes promoting flexibility in social
behavior are strongly selected at the individual level... In oder words, the
capacity for culture is transmitted by a single
human genotype. Dobzhansky (1963) stated this hyphotesis as follows:
“Culture is not inherited through genes, it is acquired by learning from
other human beings... In a sense, human
genes have surrendered their primacy in
human evolution to an entirely new,
nonbiological or superorganic agent, culture. However, it should not be forgotten that this agent is
entirely dependent of the human
genotype.” (Edward O. Wilson,
Sociobiology The New Synthesis)
“The role of
evolutionary sociobiology... will attempt to reconstruct the history of the
machinery and to identify the adaptive
significance of each of its functions.
Some of the functions are almost certainly obsolete, being directed toward such Pleistocene exigencies as hunting
and gathering and interribal warfare... The second contribution of
evolutionary sociobiology will be to monitor the genetic basis of social
behavior... A key question in human biology is whether there exist a genetic predisposition to enter
certain classes and to play certain roles... The difference between ethical
behaviorism and the current version of
developmental genetic analysis is
that the formers postulates a mechanism
(operant conditioning) without evidence and the latter presents evidence without
postulating a mechanism... The study of moral
development is only a more complicated
and less tractable version of the genetic variance problem (Edward O. Wilson, Op. Cit.)
Wilson consideró el papel de la influencia genética en el
comportamiento humano como un aspecto relevante pero, al mismo tiempo, complejo
para su estudio e interpretación. La teoría de la evolución, de Darwin, cobra
vital importancia en la teoría de Wilson, a través del análisis de aspectos
como la adaptación, que al mismo tiempo ocasionó una gran conmoción al debatir
la idea de que este aspecto, como muchos otros, tiene que ver con la
interpretación que de éste se haga a partir de la comparación de un
comportamiento con otro. Es decir, se trata de conceptos subjetivos cuyo análisis
requiere de comparaciones.
LA
INFLUENCIA CULTURAL EN EL COMPORTAMIENTO HUMANO
Algunos científicos sociales y biólogos aseguran que el
comportamiento humano está influenciado por la cultura y, en ese sentido, la
biología juega un papel secundario. (Wim J. van der Steen, Op. Cit.) Sin
embargo, existe una posición más dogmática que plantea la tesis de la tabula
rasa, que señala que el ser humano es enteramente moldeable por su medio
ambiente, a la manera de una estatua de arcilla blanda (Pierre Jaisson, Op.
Cit.); por lo tanto, la predisposición genética no es un factor condicionante
del comportamiento.
Para explicar un poco esta postura, retomaré una parte de
la ecología humana, que señala que la sociedad humana es consecuencia y efecto
del orden social y cultural, en los niveles económico, político y social. Toda
comunidad tiene una población,
organizada dentro de un territorio, arraigado al terreno que ocupa, con grupos
que se relacionan a través de la mutua interdependencia… Si bien es cierto que
las sociedades humanas poseen mecanismos, como la competencia, que le permiten establecer
un orden social y lograr un equilibrio natural, no son ellos los únicos que
rigen el comportamiento humano, dado que se incorporan a este orden social la
economía, la política, la moral, las costumbres, creencias, etc. (Robert Ezra Park, Human Ecology)
Partiendo de lo anterior, el comportamiento humano no
puede ser analizado exclusivamente desde el punto de vista genético ya que existen
varios factores culturales que influyen y/o condicionan su comportamiento
dentro de la sociedad y donde las cuestiones éticas y morales juegan un papel
preponderante que marcan una diferencia entre el ser y el deber ser. Los
aspectos antes mencionados acompañan el desarrollo de las sociedades y ejercen
una influencia determinante en el comportamiento humano.
IDEOLOGÍA
Y SOCIOBIOLOGÍA
La Sociobiología se asocia con el Darwinismo social,
utilizado por filósofos sociales para explicar y justificar la situación social
en el último cuarto del siglo XIX y las primeras dos décadas del siglo XX, por
ejemplo, la conducta de la guerra. Sin embargo, por sus implicaciones, es
peligroso emplear el razonamiento biológico para fines políticos (racismo, nacionalismo, discriminación, persecución,
exterminio de judíos, actos de violencia). Se le acusa de ser racista, sexista,
y de promover el rechazo a distinguir entre lo que es y lo que debe ser. (V. S. E. Falger, Sociobiology and Political Ideology)
Algunos opositores de la sociobiología refutan la teoría
del determinismo genético bajo el supuesto que justifica los actos que atentan
contra la moral de la sociedad. En su obra Los nuevos redentores, José
Sanmartín pregunta ¿Es el hombre un ser asesino por naturaleza?, partiendo de
los intentos que se han hecho por explicar la conducta social humana
exclusivamente a partir de factores biológicos hereditarios. Partiendo de la
idea que el comportamiento social humano es la expresión de las necesidades e
impulsos del organismo humano, de su propia naturaleza, de su evolución
biológica (Marshall Sahlins, Op. Cit.), se establece que el ser humano es así
porque así está biológicamente hecho, es agresivo, egoísta, sexista, etc.,
porque su biología lo determina a ello. Y bajo esta postura, el Biologicismo
exonera a la sociedad, al ambiente, de cualquier influencia notable en el
comportamiento de sus miembros. Y, entonces, se argumenta que cada uno es lo
que es (listo, tonto, alcohólico, prostituta, etc.) según su «biología innata»
(José Sanmartín, Op. Cit.)
De acuerdo con Sanmartín, si el determinismo genético
exonera a la sociedad de cualquier responsabilidad sobre las consecuencias de
sus actos, entonces ¿hasta que punto es válido justificar los actos de
violencia, el racismo, las guerras, la pobreza, las clases sociales, la
discriminación, etc., a partir del condicionamiento genético que predispone el
comportamiento humano?
Ante este debate ético y moral, los defensores de la
Sociobiología establecen que los genes no determinan sino que predisponen el
desarrollo de capacidades comportamentales que se activarán en el curso del
desarrollo epigenético, como resultado de las expresiones del individuo (Pierre
Jaisson, Op. Cit.), por lo tanto no se puede justificar las discriminaciones y
desigualdades sociales mediante la
biología.
CONSIDERACIONES
FINALES
El análisis e interpretación del comportamiento humano ha
sido largamente estudiado, desde los griegos hasta nuestros días, tratando de
identificar los factores que lo condicionan y/o determinan. A través de los
tiempos, ha habido grandes aportaciones que han permitido conocer,
paulatinamente, el desarrollo de las sociedades y el comportamiento del hombre,
como individuo y como ente social. Diversas áreas del conocimiento han
intentado estudiar dicho comportamiento, especialmente la biología por
considerar al hombre como un ser vivo, de la misma forma que estudia las
comunidades de plantas y animales.
Sin embargo, es a mediados del siglo XIX cuando se da un
primer rompimiento real entre las ciencias sociales y las ciencias exactas, a
partir del surgimiento de metodologías diferentes y con formas de actuar
diferentes. Las ciencias sociales se nutren de las ciencias exactas en un
intento por entender el comportamiento humano. Aunado a esto, las sociedades
empiezan a ser particularizadas, se vuelven factibles de investigación,
análisis y entendimiento. Asimismo, se da un paso de la historia de los hechos
a una historia que marca a las sociedades.
Para esta época, el determinismo biológico genera grandes
discusiones, la teoría de la evolución de Darwin entra en escena para cambiar
gran parte de la visión predominante sobre el origen de las especies. Se
plantea la interrogante de hasta qué punto los seres más aptos se adaptan a su
entorno o si simplemente se trata de una forma de legitimación del sistema
político. Las teorías de Darwin, Malthus y Lamarck hacen eco en la sociedad de
la época y se inicia una búsqueda de nuevas explicaciones.
En este contexto, surge el biologismo como un intento por
separar a las ciencias sociales de la biología. Se trata de explicar el
comportamiento humano a partir de factores genéticos que han condicionado la
evolución de las especies, partiendo del análisis de la biología aplicado a
comunidades de plantas y animales. En 1975 Edward O. Wilson, al publicar Sociology:
The New Synthesis, fija el campo de acción de la sociobiología así como sus
objetivos y plantea la teoría sociobiológica de la evolución gen-cultura.
La publicación de esta obra generó grandes polémicas
(principalmente en EEUU, Francia, Alemania y Japón) entre quienes apoyaban su teoría y quienes se
oponían a ella y a la idea de que las ciencias sociales invadieran el terreno
de la biología. Se acusaba a la
sociobiología de querer justificar las discriminaciones, desigualdades sociales,
genocidios, racismo, a partir del determinismo genético, aunque estos intentos
de justificación provenían más de intereses políticos que de posturas meramente
científicas. Pese a ello, esta polémica tuvo un gran impacto en una parte de la
comunidad científica y entre quienes se dejaron llevar más por cuestiones
sensacionalistas, y de donde surgieron interrogantes como si el hombre es un
ser asesino por naturaleza, o si cada persona es lo que es (tonto, listo,
alcohólico, prostituta) porque está determinado así por sus genes y, en ese
sentido, somos esclavos de nuestros genes sin ninguna posibilidad de ser algo
más de lo que nuestros genes han determinado.
En torno a los factores que determinan y/o condicionan el
comportamiento humano se puede resumir, de manera muy general, en dos grandes
posturas, la del determinismo cultural y la del determinismo genético. El
primero, como se comentó en su momento, hace énfasis en la influencia cultural
generada a partir del desarrollo de las sociedades, a partir de los factores
económicos, políticos, sociales, educativos, morales, religiosos, que
constituyen las bases de una sociedad y que determinan el deber ser de los
individuos como entes sociales. Por otro lado, el determinismo genético, que
hace énfasis en la información genética que cada individuo trae consigo, de la
cual no puede desligarse y que determina su comportamiento en sus relaciones
con los demás, en los procesos de adaptación, de subsistencia y de competencia,
entre otros.
Sin embargo, existe una tercera postura que establece la
importancia de los genes en el comportamiento humano pero que no se plantea
como un factor enteramente determinante sino como un factor que puede
condicionar un cierto comportamiento, pero que al mismo tiempo debe contemplarse
el papel de la cultura, el desarrollo de las sociedades, la historia de las
sociedades, la evolución de las sociedades, para entender en su totalidad el
comportamiento humano. Como lo planteó Wilson, la comprensión del
comportamiento humano debe partir del análisis de la relación gen-cultura.
Si bien es cierto que el ser humano no es una tabla rasa,
como se planteaba anteriormente, debido a la información genética que trae consigo al nacer, también
lo es que no se puede dejar de lado el desarrollo de las sociedades al momento
de tratar de conocer, interpretar y explicar el comportamiento humano. Por lo
antes dicho, considero que no es posible estudiar el comportamiento humano a
partir de factores exclusivamente genéticos como tampoco lo es estudiarlo a
partir de factores meramente sociales, creo que ambos factores condicionan el
comportamiento del individuo y de las sociedades, pero pretender desligar uno
del otro me parece un retroceso en cuanto al gran bagaje de conocimiento que la
humanidad ha logrado desarrollar a lo largo de su historia.
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