lunes, 17 de junio de 2013

Sociobiología y Ecología Humana

Consuelo Arias-González

INTRODUCCIÓN

El presente ensayo tiene como finalidad hacer una breve reflexión sobre el comportamiento humano a partir de una primera aproximación a la sociobiología y la ecología humana. En torno a estos dos temas, se plantea un gran debate sobre los fundamentos del comportamiento humano, siendo los temas centrales, por un lado, los genes como un factor determinante del comportamiento humano y, por el otro, la influencia cultural.

Se intenta analizar algunos elementos, de la literatura consultada, que permitan entender por qué surge un debate en torno a este tema y llegar, si no a dar una conclusión sobre el tema, a tener algunos argumentos que defiendan una u otra postura o bien que encuentren un punto de convergencia entre lo que algunos autores denominan como determinismo genético y determinismo cultural.

Posiblemente, la pregunta central que motiva este análisis es si el ser humano se comporta de una u otra forma porque así está biológicamente programado o si es porque su entorno influye en su comportamiento. El determinismo genético y el determinismo cultural, serán los temas centrales en torno a los cuales se desarrolle este ensayo. El primero, que plantea los intentos por tratar de caracterizar las bases evolutivas de algunas manifestaciones culturales, de explicar la conducta social humana sobre la base principal o exclusiva, de factores biológicos hereditarios, con importantes consecuencias de índole ética y social (Jaisson, Pierre, La hormiga y el sociobiólogo); y, el segundo, que plantea la idea de que el ser humano no es una máquina que haya sido programada completamente por sus genes, ni que la mente humana sea tabulae rasae, pizarras en blanco que se van llenando conforme aprendemos, moldeadas  según ciertas disposiciones innatas (José Sanmartín, Los nuevos redentores).



ALGUNAS CONSIDERACIONES PRELIMINARES SOBRE LA SOCIOBIOLOGÍA

Antes de iniciar el análisis de las posturas que defienden la influencia cultural o de los genes en el comportamiento humano, es conveniente dar algunas consideraciones preliminares. La Sociobiología es una rama de la Biología que hace énfasis en explicaciones en términos de la evolución en su intento por explicar el comportamiento humano. Edward O. Wilson, en 1975, la definió como el estudio sistemático de los fundamentos biológicos del comportamiento social y de su evolución, tanto en el animal como en el humano. Y se plantea como una posibilidad por amalgamar las teorías biológicas en las ciencias sociales. De acuerdo con Pierre Jaisson, el comportamiento humano se presentaba, así,  como consecuencia de predisposiciones genéticas seleccionadas a lo largo de la prolongada historia evolutiva de los antepasados del hombre actual (Pierre Jaisson, Op. Cit.).

La Sociobiología no plantea el hecho de ser la única disciplina para llenar la brecha entre la biología y las ciencias sociales y menos de asimilar la ciencia social. Sin embargo, ha provocado una gran polémica entre quienes discuten la relevancia de los genes en el comportamiento humano bajo el argumento de que el comportamiento humano no puede ser explicado en términos de los genes o de la evolución, dado que consideran que en los estudios realizados, la selección natural y la adaptación no proporcionan suficiente información para la construcción de explicaciones evolutivas (Win J. van der Steen, Sociobiology in Perspective).



LA INFLUENCIA GENÉTICA EN EL COMPORTAMIENTO HUMANO

La primera postura a analizar, el determinismo genético, surge de los intentos de explicar la conducta social humana sobre la base, principal o exclusiva, de factores biológicos hereditarios; con importantes consecuencias de índole ética y social, como se había mencionado anteriormente. El surgimiento de Sociobiology, de Edward O. Wilson, puso en peligro la integridad de la cultura como una cosa en sí, como una creación humana, distintiva y simbólica, pues plantea que la determinación biológica de las interacciones humanas, a partir de la tendencia evolutiva general de los genotipos individuales, es fundamental para maximizar su éxito reproductivo. (Marshall Sahlins, Uso y abuso de la biología).

En esta obra, Wilson pretende proporcionar una teoría  acerca de la importancia de la selección por parentesco y de cómo se ordena este comportamiento. Su teoría se distingue por un intento más riguroso y amplio de buscar el comportamiento social en principios evolutivos sólidos, y en particular en el principio de la automaximización del genotipo individual, considerado como la lógica fundamental de la selección natural. (Marshall Sahlins, Op. Cit.)

Algunas de las ideas planteadas por Wilson en su libro Sociobiology, son las siguientes. “Besides adding perspective and perhaps offering some sense of philosophical case, the exercise will help to identify the behaviors and rules by which individual human beings increase their Darwinian fitness through the manipulation of society... Human societies are organized by high intelligence, and each member is faced by a mixture  of social challenges  that taxes all of his ingeniuty... The hypothesis to consider, then, is that genes promoting flexibility in social behavior are strongly selected at the individual level... In oder words, the capacity for culture is transmitted by a single  human genotype. Dobzhansky (1963) stated this hyphotesis as follows: “Culture is not inherited through genes, it is acquired by learning from other  human beings... In a sense, human genes  have surrendered their primacy in human evolution to an entirely new,  nonbiological or superorganic agent, culture. However,  it should not be forgotten that this agent is entirely dependent of the  human genotype.”  (Edward O. Wilson, Sociobiology The New Synthesis)

“The role of evolutionary sociobiology... will attempt to reconstruct the history of the machinery and to identify  the adaptive significance of each  of its functions. Some of the functions are almost certainly obsolete,  being directed  toward such Pleistocene exigencies  as hunting  and gathering  and interribal  warfare... The second contribution of evolutionary sociobiology will be to monitor the genetic basis of social behavior... A key question in human biology is whether  there exist a genetic predisposition to enter certain classes and to play certain roles... The difference between ethical behaviorism and the current version of  developmental  genetic analysis is that the formers postulates  a mechanism (operant conditioning) without evidence and the latter presents evidence without postulating a mechanism... The study of moral  development is only a more complicated   and less tractable version of the genetic  variance problem (Edward O. Wilson, Op. Cit.)

Wilson consideró el papel de la influencia genética en el comportamiento humano como un aspecto relevante pero, al mismo tiempo, complejo para su estudio e interpretación. La teoría de la evolución, de Darwin, cobra vital importancia en la teoría de Wilson, a través del análisis de aspectos como la adaptación, que al mismo tiempo ocasionó una gran conmoción al debatir la idea de que este aspecto, como muchos otros, tiene que ver con la interpretación que de éste se haga a partir de la comparación de un comportamiento con otro. Es decir, se trata de conceptos subjetivos cuyo análisis requiere de comparaciones.



LA INFLUENCIA CULTURAL EN EL COMPORTAMIENTO HUMANO

Algunos científicos sociales y biólogos aseguran que el comportamiento humano está influenciado por la cultura y, en ese sentido, la biología juega un papel secundario. (Wim J. van der Steen, Op. Cit.) Sin embargo, existe una posición más dogmática que plantea la tesis de la tabula rasa, que señala que el ser humano es enteramente moldeable por su medio ambiente, a la manera de una estatua de arcilla blanda (Pierre Jaisson, Op. Cit.); por lo tanto, la predisposición genética no es un factor condicionante del comportamiento.

Para explicar un poco esta postura, retomaré una parte de la ecología humana, que señala que la sociedad humana es consecuencia y efecto del orden social y cultural, en los niveles económico, político y social. Toda comunidad  tiene una población, organizada dentro de un territorio, arraigado al terreno que ocupa, con grupos que se relacionan a través de la mutua interdependencia… Si bien es cierto que las sociedades humanas poseen mecanismos, como la competencia, que le permiten establecer un orden social y lograr un equilibrio natural, no son ellos los únicos que rigen el comportamiento humano, dado que se incorporan a este orden social la economía, la política, la moral, las costumbres, creencias, etc.  (Robert Ezra Park, Human Ecology)

Partiendo de lo anterior, el comportamiento humano no puede ser analizado exclusivamente desde el punto de vista genético ya que existen varios factores culturales que influyen y/o condicionan su comportamiento dentro de la sociedad y donde las cuestiones éticas y morales juegan un papel preponderante que marcan una diferencia entre el ser y el deber ser. Los aspectos antes mencionados acompañan el desarrollo de las sociedades y ejercen una influencia determinante en el comportamiento humano.


IDEOLOGÍA Y SOCIOBIOLOGÍA

La Sociobiología se asocia con el Darwinismo social, utilizado por filósofos sociales para explicar y justificar la situación social en el último cuarto del siglo XIX y las primeras dos décadas del siglo XX, por ejemplo, la conducta de la guerra. Sin embargo, por sus implicaciones, es peligroso emplear el razonamiento biológico para fines políticos (racismo,  nacionalismo, discriminación, persecución, exterminio de judíos, actos de violencia). Se le acusa de ser racista, sexista, y de promover el rechazo a distinguir entre lo que es y lo que debe ser. (V. S. E. Falger, Sociobiology and Political Ideology)

Algunos opositores de la sociobiología refutan la teoría del determinismo genético bajo el supuesto que justifica los actos que atentan contra la moral de la sociedad. En su obra Los nuevos redentores, José Sanmartín pregunta ¿Es el hombre un ser asesino por naturaleza?, partiendo de los intentos que se han hecho por explicar la conducta social humana exclusivamente a partir de factores biológicos hereditarios. Partiendo de la idea que el comportamiento social humano es la expresión de las necesidades e impulsos del organismo humano, de su propia naturaleza, de su evolución biológica (Marshall Sahlins, Op. Cit.), se establece que el ser humano es así porque así está biológicamente hecho, es agresivo, egoísta, sexista, etc., porque su biología lo determina a ello. Y bajo esta postura, el Biologicismo exonera a la sociedad, al ambiente, de cualquier influencia notable en el comportamiento de sus miembros. Y, entonces, se argumenta que cada uno es lo que es (listo, tonto, alcohólico, prostituta, etc.) según su «biología innata» (José Sanmartín, Op. Cit.)

De acuerdo con Sanmartín, si el determinismo genético exonera a la sociedad de cualquier responsabilidad sobre las consecuencias de sus actos, entonces ¿hasta que punto es válido justificar los actos de violencia, el racismo, las guerras, la pobreza, las clases sociales, la discriminación, etc., a partir del condicionamiento genético que predispone el comportamiento humano?

Ante este debate ético y moral, los defensores de la Sociobiología establecen que los genes no determinan sino que predisponen el desarrollo de capacidades comportamentales que se activarán en el curso del desarrollo epigenético, como resultado de las expresiones del individuo (Pierre Jaisson, Op. Cit.), por lo tanto no se puede justificar las discriminaciones y desigualdades  sociales mediante la biología.


CONSIDERACIONES FINALES

El análisis e interpretación del comportamiento humano ha sido largamente estudiado, desde los griegos hasta nuestros días, tratando de identificar los factores que lo condicionan y/o determinan. A través de los tiempos, ha habido grandes aportaciones que han permitido conocer, paulatinamente, el desarrollo de las sociedades y el comportamiento del hombre, como individuo y como ente social. Diversas áreas del conocimiento han intentado estudiar dicho comportamiento, especialmente la biología por considerar al hombre como un ser vivo, de la misma forma que estudia las comunidades de plantas y animales.

Sin embargo, es a mediados del siglo XIX cuando se da un primer rompimiento real entre las ciencias sociales y las ciencias exactas, a partir del surgimiento de metodologías diferentes y con formas de actuar diferentes. Las ciencias sociales se nutren de las ciencias exactas en un intento por entender el comportamiento humano. Aunado a esto, las sociedades empiezan a ser particularizadas, se vuelven factibles de investigación, análisis y entendimiento. Asimismo, se da un paso de la historia de los hechos a una historia que marca a las sociedades.

Para esta época, el determinismo biológico genera grandes discusiones, la teoría de la evolución de Darwin entra en escena para cambiar gran parte de la visión predominante sobre el origen de las especies. Se plantea la interrogante de hasta qué punto los seres más aptos se adaptan a su entorno o si simplemente se trata de una forma de legitimación del sistema político. Las teorías de Darwin, Malthus y Lamarck hacen eco en la sociedad de la época y se inicia una búsqueda de nuevas explicaciones.

En este contexto, surge el biologismo como un intento por separar a las ciencias sociales de la biología. Se trata de explicar el comportamiento humano a partir de factores genéticos que han condicionado la evolución de las especies, partiendo del análisis de la biología aplicado a comunidades de plantas y animales. En 1975 Edward O. Wilson, al publicar Sociology: The New Synthesis, fija el campo de acción de la sociobiología así como sus objetivos y plantea la teoría sociobiológica de la evolución gen-cultura.

La publicación de esta obra generó grandes polémicas (principalmente en EEUU, Francia, Alemania y Japón)  entre quienes apoyaban su teoría y quienes se oponían a ella y a la idea de que las ciencias sociales invadieran el terreno de la biología.  Se acusaba a la sociobiología de querer justificar las discriminaciones, desigualdades sociales, genocidios, racismo, a partir del determinismo genético, aunque estos intentos de justificación provenían más de intereses políticos que de posturas meramente científicas. Pese a ello, esta polémica tuvo un gran impacto en una parte de la comunidad científica y entre quienes se dejaron llevar más por cuestiones sensacionalistas, y de donde surgieron interrogantes como si el hombre es un ser asesino por naturaleza, o si cada persona es lo que es (tonto, listo, alcohólico, prostituta) porque está determinado así por sus genes y, en ese sentido, somos esclavos de nuestros genes sin ninguna posibilidad de ser algo más de lo que nuestros genes han determinado. 

En torno a los factores que determinan y/o condicionan el comportamiento humano se puede resumir, de manera muy general, en dos grandes posturas, la del determinismo cultural y la del determinismo genético. El primero, como se comentó en su momento, hace énfasis en la influencia cultural generada a partir del desarrollo de las sociedades, a partir de los factores económicos, políticos, sociales, educativos, morales, religiosos, que constituyen las bases de una sociedad y que determinan el deber ser de los individuos como entes sociales. Por otro lado, el determinismo genético, que hace énfasis en la información genética que cada individuo trae consigo, de la cual no puede desligarse y que determina su comportamiento en sus relaciones con los demás, en los procesos de adaptación, de subsistencia y de competencia, entre otros.

Sin embargo, existe una tercera postura que establece la importancia de los genes en el comportamiento humano pero que no se plantea como un factor enteramente determinante sino como un factor que puede condicionar un cierto comportamiento, pero que al mismo tiempo debe contemplarse el papel de la cultura, el desarrollo de las sociedades, la historia de las sociedades, la evolución de las sociedades, para entender en su totalidad el comportamiento humano. Como lo planteó Wilson, la comprensión del comportamiento humano debe partir del análisis de la relación gen-cultura.   

Si bien es cierto que el ser humano no es una tabla rasa, como se planteaba anteriormente, debido a la información  genética que trae consigo al nacer, también lo es que no se puede dejar de lado el desarrollo de las sociedades al momento de tratar de conocer, interpretar y explicar el comportamiento humano. Por lo antes dicho, considero que no es posible estudiar el comportamiento humano a partir de factores exclusivamente genéticos como tampoco lo es estudiarlo a partir de factores meramente sociales, creo que ambos factores condicionan el comportamiento del individuo y de las sociedades, pero pretender desligar uno del otro me parece un retroceso en cuanto al gran bagaje de conocimiento que la humanidad ha logrado desarrollar a lo largo de su historia.



BIBLIOGRAFÍA

Ezra Park, R. (1936). Human Ecology. The American Journal of Sociology  Vol. 42, No.1

Falger, V.S.E. (1984). Sociobiology and Political Ideology: Comments on the Radical Point of View. Journal of Human Evolution 13.

Jaisson, P. (2000). La hormiga y el sociólogo. México. FCE.

Lemkow, L. (2002). Sociología ambiental: Pensamiento Socioambiental y ecología social del riesgo. España. Icaria Antrazyt.

Sahlins, M. (1990). Uso y abuso de la biología: Una crítica antropológica de la sociobiología. España. Siglo Veintiuno de España Editores.

Sanmartín, J. (1992). Los nuevos redentores: Reflexiones sobre la ingeniería genética, la sociobiología y el mundo feliz que nos prometen (2da  Reimp.). España. Anthropos Editorial del Hombre.

Sempere, J. (2004). Sociología y medio ambiente. Madrid. España. Editorial Síntesis.

Soberón Mainero, J. (2003). Ecología de Poblaciones. México. La Ciencia para Todos.

Van der Steen, W. J. y Voorzanger, B. (1984). Sociobiology in Perspective. Journal of Human Evolution 13.

Wilson, O. E. (1982). Sociobiology: The New Synthesis (7ª imp.). EUA. Universidad de Harvard.

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