Consuelo Arias-González
El Estudio de las
Políticas Públicas
Luis Aguilar Villanueva
En “El estudio de las políticas
públicas”, Luis Aguilar Villanueva nos ofrece una antología sobre el análisis
de las políticas públicas. Desde la visión de México en torno a las políticas
públicas, este autor nos hace un recuento de los eventos trascendentales en la
materia en la década de los ochentas. Las preguntas centrales de la obra de
Aguilar se orientan hacia cómo debe realizar el Estado su labor en materia de
políticas públicas en un escenario donde las decisiones dependen del voto del
ciudadano en materia netamente política y en donde la toma de decisiones no es exclusiva del
gobierno sino de la participación de varios actores, como los partidos
políticos, y en donde pareciera que la sociedad enfrenta no una sino varias
realidades.
De acuerdo con Aguilar, las políticas
públicas son las decisiones de gobierno que incorporan la opinión, la
participación, la corresponsabilidad y el dinero de los privados, en su calidad
de ciudadanos electores y contribuyentes. Señala que ante la situación que
vivía México a principios de los años noventas, se debía gobernar por políticas
y con sentido público. Para él gobernar por políticas públicas significa
incorporar la opinión, la participación, la corresponsabilidad y el dinero de
los ciudadanos.
A manera de antología, Aguilar nos
presenta parte de las aportaciones de Harold D. Lasswell, Yehezkel Dror, G.
David Garson, William Ascher, Douglas Torgerson, Robert D. Behn y Martin D. Landau. El período
entreguerras permitió a las ciencias sociales un mayor grado de desarrollo a
partir de la innovación metodológica, así la sociología, la antropología y la
psicología, particularmente, trabajaron en el análisis de la conducta. Los
orígenes de las ciencias de política datan de los años 50, a partir del trabajo
de Lasswell en los Estados Unidos.
La ciencia moderna se dedicó a
estudiar las bases psicológicas y sociológicas de la conducta de los individuos
y los grupos, los factores determinantes del voto y de otros actos políticos,
el funcionamiento de los grupos de interés y de los partidos políticos, la descripción
y explicación de los procesos y comportamientos en las arenas legislativas,
ejecutivas y judiciales. Lindblom (1980) y Wildavsky (1979) señalaron que eran
muchos más los problemas públicos que los ciudadanos resolvían ellos mismos,
sin necesidad de la coordinación gubernamental, que los que eran capaces de
resolver los gobiernos a través del análisis racional o la especulación
intelectual de analistas especializados. Lo que evidencia el fracaso en el
estudio de las ciencias de políticas.
El análisis de políticas es la
evaluación de cuál, entre las varias opciones de política o decisión
gubernamental, es la mejor (o la buena) decisión o política a la luz de
determinados fines, restricciones y condiciones, y puede incluir la
investigación de las causas o de las consecuencias de las políticas o programas
de gobierno. Es una manera de sintetizar información y de determinar las
necesidades futuras de información importante para las políticas. Un consejo
dirigido a un cliente, significativo para las decisiones públicas. Es también
un tipo de análisis que genera y presenta información con el fin de mejorar la
base en la cual descansan los juicios de los decisores de políticas.
De acuerdo con Lasswell la crisis de seguridad nacional de los
Estados Unidos en la década de los años
cincuentas hace surgir la necesidad de eficientar la fuerza de trabajo, las instalaciones y otros recursos, así como entender la mejor elección del ser humano. Así, surgen técnicas más
efectivas de comunicación entre investigadores,
consultores, asesores políticos y
decisores finales. Y, en consecuencia, los equipos interdisciplinarios pasan a
formar parte de la ciencia de políticas. Lasswell centra parte de su atención en el desarrollo
de la información para la toma de decisiones.
Gran parte de la antología
presentada por Aguilar, nos describe el surgimiento de la ciencia de políticas
y su evolución. A partir de lo cual se observa que no ha habido una gran
evolución al respecto. Lasswell planteó la importancia de contar con
información para apoyar la toma de
decisiones eficientes. Dror por su parte centra su atención en el análisis de
la ciencia de políticas. Garson se enfoca en la evolución que ha tenido la
materia a veinticinco años del trabajo de Lasswell y analiza los enfoques hacia
la administración pública y el análisis
de políticas y otorga peso a los valores en el desarrollo de los analistas de políticas.
Ascher pone énfasis en los estudios
de la conducta. Torgerson presenta un recuento histórico más amplio, desde
siglo XIX a través de tres etapas (caras), la primera con una fuerte confianza
en que el análisis de políticas, la segunda caracterizada por la desilusión de
que la ciencia de políticas esté supeditada a intereses más que a la razón y,
la tercera, en nacimiento que busca conciliar
la política con el conocimiento. Behn, por su parte, presenta los
elementos que contempla el análisis de las políticas públicas, a saber eficiencia, equidad, distribución, insumos, resultados, beneficios, costos hundidos (destacando las
frases “Debemos terminarlo o dejarlo como un monumento a lo malo que puede ser
el gobierno” y “La gente tiene derecho a esperar que el gobierno federal termine
lo que empieza”, aunque las obras sean ineficientes). Finalmente, Landau señala que el término “políticas” no está
bien definido por lo cual se concibe como parte de lo político y que muchas de
las discusiones se centran más en cuestiones semánticas que en problemas de
fondo, por lo cual no se avanza mucho en la materia y concluye que hoy en día
la política pública ya no es exitosa.
Resulta muy interesante la antología que nos presenta
Aguilar, aunque para el caso concreto de México, el tema queda un tanto corto.
Si bien se entiende que la literatura presentada se basa en la sociedad
norteamericana y que los ejemplos presentados en las distintas obras permiten
una muy buena comprensión de las problemáticas en los Estados Unidos, de forma
práctica pueden adaptarse al caso de México y entender la realidad nacional en
materia de políticas públicas.
Se puede señalar que por ser una
ciencia relativamente nueva no ha sido posible que alcance el grado de
desarrollo de las demás ciencias sociales. Cabe señalar que por su naturaleza
es una ciencia compleja, al involucrar la toma de decisiones de muchos
participantes en un mismo tema. En donde el conflicto de intereses es una
constante. Hay un largo camino por recorrer en la materia. Creo que una de las
inquietudes centrales es cómo lograr un consenso que beneficie a la sociedad,
en un entorno en donde confluyen distintos y muy variados intereses, en un
tiempo y momento determinado, y con presupuestos limitados.
Las políticas públicas han existido
desde hace mucho tiempo, aunque su estudio y su análisis a nivel de ciencia son
relativamente recientes. Creo que, al igual que las demás ciencias sociales,
deberá tener su proceso evolutivo, hasta lograr su grado de madurez y poder
encontrar ese punto de confluencia. Mientras tanto, el tema seguirá en tela de
juicio entre científicos y políticos. Y las políticas públicas seguirán siendo
poco eficientes.
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