lunes, 17 de junio de 2013

El proceso de elaboración de políticas públicas

Consuelo Arias-González

EL PROCESO DE ELABORACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS
CHARLES  E. LINDBLüM

La elaboración de las políticas públicas es un proceso muy complejo. En términos generales, la ciudadanía, los políticos, los empresarios, la sociedad civil organizada y los investigadores, por mencionar solo algunos actores, esperan que las políticas públicas implementadas por  el gobierno atiendan efectivamente las necesidades del país. El análisis de la obra de Lindblüm  nos muestra los problemas, las contrariedades y obstáculos que enfrenta el diseño de las políticas públicas.

En las políticas públicas intervienen procesos, decisiones, resultados, conflictos de interés y poderes en conflicto; de ahí que su elaboración resulte compleja. Aunque pudiera pensarse que es el gobierno quien diseña las políticas públicas, resulta especialmente importante saber que en el diseño intervienen muchos otros participantes, y que es el conflicto de intereses de éstos quienes deciden el rumbo que tomen dichas políticas. Si bien el gobierno, los partidos políticos y los empresarios son quienes mayor poder de decisión e intervención tienen en su diseño, el papel de la ciudadanía también es relevante.

Lo interesante es el papel que juega cada uno de estos actores y la forma en que se controlan e interrelacionan unos con otros. Se puede señalar al respecto que surge una lucha por ejercer poder, control, influencias y lograr beneficios y, en consecuencia, un proceso sumamente complicado para la elaboración de políticas públicas. ¿Cómo hacer más efectivas las políticas para realmente resolver  los problemas sociales  y cómo hacer  una política  pública que responda al control popular? Partiendo de esa lucha por el poder, control e influencias resulta sumamente complicado tratar de dar respuesta a esta interrogante.

Gran parte del problema reside en que al ser varios los actores involucrados y tan diversos sus intereses, el diseño de políticas públicas efectivas resulta una tarea muy complicada. Por una lado es necesario mediar los intereses de todos los involucrados, encontrar el punto medio donde se beneficie a la sociedad sin dañar o alterar los intereses y/o beneficios de los demás actores. Y, por otro, garantizar a los políticos o empresarios la aceptación de la ciudadanía.

La academia analiza las mejores opciones para la elaboración de las políticas, no obstante los costos políticos pueden ser muy altos, ocasionando que se pasen por alto estos análisis y que la elaboración de políticas públicas atienda a intereses individuales. Entrando en juego la lucha por el poder y el control, la búsqueda de beneficios y de la mejor forma de influir en las decisiones de los demás actores. De ahí, que generalmente las políticas públicas no logren atender los problemas eficientemente. 

No obstante lo anterior, éste no es el único obstáculo que enfrenta la elaboración de las políticas públicas. Las grandes limitantes son su posibilidad de falla y el tiempo y costo requeridos para su implementación y obtención de resultados. Por muy buenos que sean los análisis para diseñar las políticas más eficientes, no es posible determinar de manera tajante las necesidades de la sociedad, dado que éstas cambian constantemente. La implementación de políticas requiere de tiempo y llevan implícitas costos, no sólo económicos sino también políticos. Es difícil resolver los conflictos de intereses, particularmente en situaciones donde los intereses económicos y políticos se contraponen.

Todas aquellas políticas públicas que conlleven costos políticos serán rechazadas por los políticos afectados. Las políticas que conlleven riesgo económico serán rechazadas por los empresarios. Así, las necesidades reales de la sociedad pueden no ser atendidas en su totalidad si los intereses de políticos o empresarios están en juego. Dando como resultado que se diseñen políticas que, a la luz de la opinión pública, de los analistas, de la ciudadanía, etc., no sean eficientes por no ser capaces de atender los problemas que enfrenta la sociedad.

A pesar de que los ciudadanos juegan un papel importante en la elaboración de las políticas públicas no ejercen control en el proceso, aunque sí son objeto de distintos medios de persuasión, intercambio y autoridad, ya sea por parte de políticos, de empresarios, de líderes sindicales o de líderes de la opinión pública. La ciudadanía generalmente desconoce o ignora el poder real que ostenta en la elaboración de políticas públicas. La falta de información es una de las limitaciones para el ejercicio de ese poder, pero es mayor su apatía. Por ello la ciudadanía se convierte en objeto de control en lugar de ser sujeto de control.

Por todo lo anterior, la elaboración de las políticas públicas es un proceso muy complicado. El papel que desempeña cada uno de los participantes es crucial para diseñar o rechazar una política. Los empresarios tienen intereses particulares. De igual forma los políticos (tanto los que ostentan el poder como los que lo buscan), los partidos políticos, los sindicatos, las fuerzas armadas,  las organizaciones (internacionales, nacionales, regionales, estatales y locales), la sociedad organizada, la academia, los centros de investigación, etc.

Esta situación queda clara, existen muchos participantes en la elaboración de las políticas públicas, cada uno tiene intereses particulares, cada uno ejerce control a distintos niveles, cada uno busca los mayores beneficios. Eso queda claro y el ciudadano común puede hacer el intento por entender esta situación. Queda claro también que bajo este esquema, es justificable que las políticas públicas sean ineficientes en la atención de los problemas de la sociedad.

No obstante esta claridad, resulta sumamente cuestionable el papel de cada uno de los participantes en sociedades democráticas, como la mexicana, donde en teoría el pueblo debería ejercer el poder a través de sus representantes (a saber, gobierno) quienes deberían velar por los intereses del pueblo. Queda claro que en la práctica esto no sucede. Queda claro que el gobierno (partido en el poder) toma decisiones basadas en mantener la opinión pública y el voto futuro del ciudadano. Queda claro que los partidos políticos buscan incrementar y/o mantener votos. Queda claro que los partidos políticos que no están en el poder buscan llegar a él. Queda claro que las fuerzas militares buscan privilegios y poder. Queda claro que los empresarios buscan los mayores beneficios económicos y ejercer el mayor poder. Queda claro que los sindicatos buscan obtener beneficios. Muchas situaciones quedan claras.

Lo que no queda claro es que en esa búsqueda de intereses individuales los problemas y las necesidades de la sociedad no sean considerados. Se puede argumentar que los problemas de la sociedad sí son atendidos, que se da solución a las necesidades de la población. Que, en cierta medida, son atendidos. Que dada la posibilidad de error implícita en el análisis de las políticas públicas más eficientes, éstas pueden formularse atendiendo a intereses particulares.

¿Qué tan eficientes han sido y son las políticas públicas? Creo que la respuesta depende de a quién se le pregunte. Cada uno de los participantes tendrá una respuesta distinta en virtud de qué tanto se han afectado o no sus intereses, de qué tanto poder ejercen sobre los demás, de qué tantos beneficios han obtenido con ellas. Su eficiencia depende de esta situación. Y esa eficiencia ¿es realmente objetiva?, ¿esa eficiencia es realmente lo que necesita la sociedad?
     

Me queda clara la complejidad de la elaboración de las políticas públicas. Pero me pregunto, qué utilidad real tiene conocer la complejidad de este asunto si sólo puede quedarse en el nivel de entendimiento. La situación no va a cambiar por el hecho de que entendamos cómo funcionan las cosas. ¿Es que acaso sólo nos proporciona  una letrada aceptación ante la incapacidad por cambiar las cosas? ¿Es que acaso sólo nos proporciona una culta conformidad? Lindblüm concluye en que el ciudadano debe participar en el proceso de elaboración de políticas públicas para cambiar esta situación. Sin embargo, yo creo que no es tan sencillo, creo que no es un camino fácil y viable por andar, al menos no en nuestro tiempo. 

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